Cuando hablamos de incluir las TIC en nuestra práctica cotidiana
como docentes no necesariamente hablamos de empezar de cero ni de innovar
completamente, sino de encontrar los modos más adecuados para que una
determinada actividad que queremos realizar junto con nuestros alumnos sea lo
más enriquecedora posible. ¿Esto quiere decir que solo podemos enriqueces la
enseñanza mediante el uso de las tecnologías? No, pero, como señalan algunos
especialistas, podemos encontrar en éstas un gran aliado.
Es importante que sepamos e identifiquemos las continuidades que
existen a la hora de trabajar con TIC en el aula. Por ejemplo, no dejamos de
planificar nuestra clase solo porque un día utilicemos computadoras, tabletas o
celulares. Y la planificación es uno de los pilares que guiarán nuestra
práctica al momento de realizar una determinada actividad. Por eso, cuando
deseamos trabajar con dispositivos informáticos, no podemos dejar de pensar en
cómo planificar ni en cómo será la dinámica de nuestra clase.
Según César Coll, en su artículo «Aprender
y enseñar con las TIC: expectativas, realidad y potencialidades», las
TIC pueden funcionar como herramientas psicológicas susceptibles de mediar los
procesos inter e intrapsicológicos implicados en la enseñanza y el aprendizaje,
y cumplen esta función mediando las relaciones entre los tres elementos del
triángulo interactivo alumnos- profesor-contenidos y contribuyendo a conformar
el contexto de actividad en el que tienen lugar estas relaciones.
“Las relaciones entre tecnología,
por un lado, y pedagogía y didáctica, por otro, son mucho más complejas de lo que
hemos supuesto tradicionalmente y se compadecen mal tanto con el reduccionismo tecnológico como con el pedagógico.
Ciertamente, los resultados de los estudios indican que ni la incorporación ni
el uso en sí de las TIC comportan de forma automática la transformación,
innovación y mejora de las prácticas educativas; no obstante, las TIC, y en especial
algunas aplicaciones y conjuntos de aplicaciones TIC, tienen una serie de características
específicas que abren nuevos horizontes y posibilidades a los procesos de enseñanza
y aprendizaje y son susceptibles de generar, cuando se explotan adecuadamente, es
decir, cuando se utilizan en determinados contextos de uso, dinámicas de
innovación y mejora imposibles o muy difíciles de conseguir en su ausencia”,
afirma Coll.
Por su parte, Hugo Martínez, otro especialista y referente en
procesos educativos mediados por tecnología, nos invita a incorporar los
recursos que más se adapten a nuestras formas de enseñar. Según él, el ritmo de
la clase debe estar marcado por el docente, no por la tecnología. Esta última
debe acompañar y agilizar nuestros modos de enseñar y promover nuevas maneras
de abordar los procesos de aprendizaje de los alumnos. Si atentan contra estos
propósitos seguramente terminemos preguntándonos para qué usamos TIC si la
mitad de la clase estamos tratando de resolver cuestiones técnicas que
obstruyen el avance de la actividad.
Una de las primeras cuestiones que tenemos que tener en cuenta a
la hora de planificar nuestras clases con herramientas TIC, es conocer cuál es
el escenario en el que vamos a trabajar. Nos referimos al equipamiento
disponible, a si hay conectividad o no, a si estaremos solos con los alumnos o
alguien nos puede dar una mano, a conocer las experiencias exitosas o no tanto
de nuestros colegas. De esta manera, podemos prever algunas de las complicaciones
e intentar sortearlas durante la clase. Luego debemos buscar los recursos más
adecuados para nuestra clase, teniendo en cuenta las variantes anteriores.
Una vez que seleccionamos los recursos, lo ideal sería que
pudiéramos probarlos en nuestra casa o en algún momento que tengamos libre
dentro de la escuela, para anticipar alguna que otra eventualidad.
La idea de prever y anticipar posibles problemas no quita que
tengamos a mano un plan b, pero nos permite ir con más seguridad a la clase y repensar
nuestras prácticas cotidianas teniendo en cuenta el potencial que pueden
aportar las TIC. Como siempre hacemos al momento de planificar, además de
conocer los contenidos que queremos presentar, debemos tener en cuenta cómo
queremos abordarlos y cuáles son las competencias que queremos trabajar.
Bibliografía recomendada
Weblografía de sitios con recursos digitales
Desde Educ.ar
Este especial tiene como objetivo brindar a los docentes algunas orientaciones
sobre el uso de aplicativos que se pueden descargar libremente.
Gestor de recursos educativos. Permite a los usuarios (docente, alumno o
familia) seleccionar, organizar y personalizar los recursos afines a su interés
y rol educativo (los contenidos pueden ser consultados sin conexión en
cualquier momento y lugar). También permite estar en continua conexión con
otros docentes, alumnos y miembros de la comunidad educativa.
Ideas y sugerencias para incorporar las TIC en nuestras clases.
Sobre Biología, Física, Geografía, Historia y Tecnología, entre otras
disciplinas.
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